TURISMO A LA PERSONALIDAD

Por Guido Calderón

 

Cuando una familia llega a un hotel y a más de la sonrisa, comentamos lo hermosa que es su niña; les decimos que son aceptados y apreciamos su visita, ello resultará en que valorarán nuestras instalaciones y desempeño. El 85% del éxito en nuestros negocios, trabajo u hogares, depende de lo bien que nos llevemos con la gente y el mismo porcentaje de nuestros problemas, están en función de las malas relaciones que tejemos con los demás.

 

En turismo progresan rápido los individuos con personalidades saludables: un temperamento positivo es más importante que el conocimiento y la experiencia. A alguien agradable, es fácil enseñarle cómo funciona un hotel; pero intentar cambiar una personalidad negativa -por muchos títulos que tenga- es una tarea riesgosa si le damos un puesto directivo que puede destruir el equipo de trabajo.

 

Hacer sentir importante a la gente conduce a que nos hagan sentir importantes, ello eleva nuestra autoestima, lo que mediante la ley de la atracción, hace que agrademos a personas similares a nosotros; así formamos equipos eficientes en lo laboral, o parejas felices en lo familiar.

 

Personas que siempre tienen la razón no caben en turismo, pero brillan en la caótica vida pública. Son los que vencen en toda discusión. La personalidad inmadura abruma a otras personas con explicaciones y terminan por no tener con quien discutir: tienen seguidores pero no amigos y sus familiares sufren vidas ásperas.

 

Minimizar a otros devalúa nuestras vidas, la ley de la reciprocidad implica que mientras mejor nos vemos, mejor vemos al resto: quienes critican todo, tienen una opinión pobre de sí mismos. Las críticas en nuestra niñez crearon el miedo al fracaso, al rechazo, odio a nosotros mismos, que aun de adultos luchamos por superarlos.

 

Todos somos turistas en esta vida. Cuando elevamos a los demás, nos elevamos nosotros y la buena interacción con otras personas, influye positivamente en nuestra longevidad, salud, vitalidad, éxito y en lo que cada uno conceptúa como felicidad. /GC

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *