NARCO TURISMO
Por Guido Calderón
Para que antiguos y pequeños grupos ilegales hayan alcanzado el poder económico, de armas y combatientes, que actualmente tienen las mafias en Ecuador; es evidente que desde décadas atrás hay convenios con los sucesivos grupos gobernantes, caso contrario, es imposible un crecimiento geométrico de la delincuencia, al punto, de adquirir cuota política y conseguir el manejo de cárceles, pasos fronterizos, sectores de ciertas ciudades, aduanas, playas de embarque; lograr la contaminación y debilitamiento de los cuerpos uniformados, una función judicial rastrera, carreteras desde la frontera colombiana sin controles y libertad de movilización y pernoctación en todo el país.
Los narcos necesitan dormir, descansar con la debida protección contra bandas rivales; y obviamente, según su rango, requieren comodidades y lujos; que no pueden contratarse en la hotelería formal: llenas de cámaras de seguridad, exigencias de cédula o pasaporte lo cual significa dejar un rastro fatal y muchos huéspedes con celular en mano pueden hacer fotos incómodas.
¿Cómo garantizamos que los narcodelincuentes circulen por el Ecuador y duerman con tranquilidad? Fácil.
Los hospedajes ecuatorianos de mala calidad, funcionan avalados por el Ministerio de Gobierno y no exigen ningún documento a sus huéspedes, asegurando su anonimato en las ciudades donde llegan a delinquir.
Ahora que si el status del mafioso -nacional o extranjero- requiere dormir en sitios suntuosos, reservados; puede recorrer el Ecuador por meses y hospedarse en departamentos de lujo, casas exóticas, albergues campestres, mansiones en la playa; sin que nadie le solicite una identificación gracias a la extensa red nacional de alojamientos vacacionales y anfitriones de las plataformas digitales, que en otros países están rigurosamente controladas, pero en Ecuador, gracias a estos acuerdos implícitos con los ilegales; disponen de miles de hospedajes que garantizan el descanso y amparo que la delincuencia de buen nivel necesita … incluso para reunirse con sus contrapartes gubernamentales./ GC