Al pueblo de Pastaza y todos mis seguidores:
El pasado día viernes, los denunciólogos, los vacunadores con micrófono y los intereses oscuros de la vieja política lograron uno de sus objetivos. Nos asestaron un golpe.
Tres jueces del TCE desconocieron la sentencia de primera instancia, y resolvieron acusarme de proselitismo político por publicaciones en redes sociales, sentenciándome a pagar una multa de 9200 dólares y a pedir disculpas públicas. Una sentencia en la que los mismos jueces reconocen que no existen pruebas ni pericias en mi contra, pero aún así deciden sancionarme.
Me pregunto, ¿ahora dónde están aquellos sueltos de lengua y difamadores que decían que habíamos negociado con los jueces o que meteríamos mano en la justicia? Sus mentiras siguen cayendo.
No estoy de acuerdo con la sentencia en mi contra, pero la acataremos. Siempre con la conciencia tranquila de que nos metimos a la política para marcar una diferencia, y que sabíamos que no iba a ser fácil; que los intereses oscuros de esa vieja política iban a buscar todos los medios para destruirnos y detener nuestro proyecto político; que sabíamos que siempre sería una lucha de David contra Goliat.
Tenemos la tranquilidad de que solo el pueblo de Pastaza podrá juzgarnos, no 3 jueces de un tribunal. El pueblo de Pastaza juzgará si la vara con la que nos miden a nosotros es la misma que se ha aplicado a los de la vieja política que durante décadas han saqueado la provincia y que siempre han hecho campaña abusando del poder y de los recursos públicos, algo que nosotros jamás haremos.
En nuestro país, lamentablemente los que se esfuerzan por hacer las cosas bien muchas veces son sancionados por el sistema, mientras los corruptos y los que siguen el camino más fácil jamás enfrentan sanciones.
De seguro, desde mañana los vacunadores con micrófono usarán esto para seguir con su obsesión por tratar de destruir nuestra imagen y credibilidad, como lo han intentado todos los días desde el inicio de nuestra administración.
La vieja política, los que odian el cambio, los que sueñan con detener nuestro proyecto, disfrutarán su pequeña victoria.
Jamás pensarán en el mensaje que les llega a los niños y jóvenes. Que los que se atreven a participar en política y hacer las cosas distintas son perseguidos por el sistema.
Pero una vez más, quiero decirles que a nosotros esto no nos va a detener. Para vencernos hará falta mucho más que eso.
A todos quienes confían en nosotros, tengan la seguridad que seguiremos luchando por Pastaza, por los niños, por los jóvenes, por quienes más lo necesitan. Seguiremos entregando una obra por semana y transformando la provincia. Seguiremos cambiando la forma de hacer política y jamás les vamos a dejar el camino libre a los mismos de siempre. Seremos como la semilla de la selva, que mientras más la quieren hundir con más fuerza germina.
La historia nos juzgará.
Ánimo Pastaza! 
