La historia de Joel, su llama y las enormes ganas de aprender y superarse

 

La distancia, los obstáculos y varias circunstancias adversas que se presentan no son barreras que limitan el aprendizaje, los sueños y anhelos.

Joel Guanotuña Chaluiza tiene 8 años y cursa el 4° Año de Educación General Básica en la Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe Chone de la parroquia Angamarca del cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi.

Él es el menor de seis hermanos, junto a sus padres y abuelos se dedican a la agricultura y la crianza de animales.

A pesar de estas actividades, Joel no descuida sus estudios y sale muy temprano de su casa en compañía de «Benjamín», una peculiar llama que lo transporta todos los días hasta su plantel educativo.

Después de dejar en un lugar seguro a su fiel amigo de aventuras, ingresa alegre al aula de clases para empezar la jornada. Su materia favorita es la matemática: «Me siento feliz al venir a la escuela para aprender, a todos los niños les diría que deben estudiar para ser profesionales.

Cuando termine el colegio quisiera ser un gran militar», aseguró Joel. Para su docente Amada Carrera, él es un referente y motivación a nivel nacional: «Es un estudiante muy disciplinado, responde adecuadamente en sus actividades, es un niño dinámico, colabora siempre cuando realizamos trabajos en equipo.

Constantemente les recuerdo a él y sus compañeros que el estudio siempre nos permitirá salir adelante, este es un ejemplo claro de perseverancia y compromiso consigo mismo y con sus padres». María Chaluiza, madre de Joel, se mostró emocionada y feliz por varias visitas que ha recibido en los últimos días en su hogar, tras un video viral que se difundió en redes sociales, donde su hijo viaja de una manera poco común a la escuela.

Comentó que él por su propia cuenta decidió utilizar a uno de sus animales de carga para movilizarse a estudiar. Willson Cuzco, rector del plantel, manifestó que en la institución hay el compromiso de los docentes para motivar y enseñar a los estudiantes, revitalizando aspectos culturales y fortaleciendo conocimientos con pertinencia, valores y sabiduría ancestral.

«Vivimos en un sector cien por ciento Kichwa hablante, el trabajo que hacemos es en bienestar de la comunidad. Con todo el ánimo y entusiasmo los estudiantes llegan de varias comunidades, me alegra que hay niños y jóvenes que se esfuerzan muestran sus ganas de salir adelante, han sido guerreros que luchan para ser alguien en la vida», añadió.

Como muestra de cariño y aprecio a Joel, los docentes y estudiantes de varios niveles realizaron dibujos emotivos; de él y su llama, de su casa, el trayecto diario que realiza y el plantel donde estudia. Estas obras creativas están colocadas en el salón de uso múltiple del plantel a manera de exposición permanente.

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